domingo, 27 de junio de 2010

patasparriba

de espalda por vigésima vez, con los ojos escarchados con la lengua partida.
delgado es el olvido, duelen los huesos, música de bolsillo.
frutos secos enfrascados, en un rincón de la habitación, esperando volver. queriendo encontrarse con aquellas manos tibias y cercanas.
ropa vieja y descosida, doblada entre cajones, cansada, tímida no pronuncia palabra alguna. almohadas de trébol entre sacos de harina, observadas por retinas plásticas y gargantas de goma, búsqueda de mitocondrias por un camino de latidos.

domingo, 20 de junio de 2010

texturas

retazos de tela, falanges sobre madera, imágenes dentro de un prisma que equilibran el espacio y el tiempo.
dedos magullados, desesperados, crédulos. entre sombras y luces se desvanecen.
sobre la alfombra la pintura se derrama, se agrieta como las manos arrugadas de un artesano. viejo, cansado, hombre de pocas palabras y de pocas sonrisas.
camino de regreso, lento, es como el viento, a veces en otoño, a veces en invierno. se sienta, pide consejos a las flores ya marchitas, terapia que acompaña su silueta.
adoloridos codos, piernas desencajadas, ojos cubiertos, amargura que acompaña sus palabras.

martes, 15 de junio de 2010

ropasucia

con las cejas a medio depilar. su postura ya no es la misma , enmudece y se esconde detrás de la ropa sucia.
traes el frío mezclado con lágrimas. comprimes todo aquello que te hace sonreir en un frasco que guardas bajo tu cama.
sueles leer en voz baja los últimos párrafos, deseas permanecer de pie sin tener que bajar la vista, harto de aparentar frente a tu público, a veces apartado, otras tan cercano.
unes las vigas con tu cuello acalambrado, respiras agitado, sientes como tus hombros se cortan con el viento y las palabras resultan inútiles. sonámbulos desde la ventana, apartados por alambres llenos de odio disfrutan del espectáculo. se convierte en polvo, molestia de algún alergico a las personas.

martes, 8 de junio de 2010

paso en falso

Caminar descalzo sobre oxidados alambres que poco a poco pudren mis piernas. Larvas que crecen en mi cerebro producto de mentiras que silencian y cercenan cuellos. Veinticuatro pasos en falso. Quizás tomo demasiado en serio cuando aprietan mi nuca con los dedos. Son sólo marionetas que encuentran el placer con las miradas de la gente, y al terminar la función se esconden tras las máscaras.
Desvías tus pupilas, miras a tus pies que se pierden en el cemento, tu voz se apaga y otra vez te escondes en tus cuatro paredes descascaradas por el olvido, sonríes a menudo aparentando por debajo de esas dos cejas. Olor que impregna tus manos llenas de caricias a espaldas que desconoces con el tiempo.

domingo, 6 de junio de 2010

verdemusgodetuscodos

pupilas distanciadas, retornan al color, personalidad limitada por miradas que envejecen. gargantas que buscan la suavidad de una palabra. sin brazos caminando con el impulso del viento, calcetines de lana.
do re mi fa sol, olvidas el resto y por un instante recuerdas el lenguaje de los gestos, se enredan tus manos arrepentidas, pasos lentos, esbozos de sonrisas, humo dentro de los cuentos.