lunes, 12 de enero de 2015

pómulos

Esa mañana al bajar la escalera me encontré con un maso de cartas incompleto, una taza de café y un camino imterminable de azúcar morena. Debía ordenar mi mochila para partir. pero algo me impedía comenzar aquella delicada ruta hacia la nada. Cerré la puerta despacio procurando no despertar mis instintos. Cada paso me alejaba de mi mismo. es necesario hidratarse luego de la sequía. Mis Agrietados pómulos aun sonreían y mis labios permanecían acompañados por las olas y el viento. Al desvanecerme tras la espesa niebla me encontré solo. Y decidí caminar hasta encontrarme.

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