jueves, 12 de noviembre de 2015

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Querido diario hoy conté cada uno de sus lunares. Son exactamente cientoveintiocho, veintinueve pecas y dos tímidas espinillas. He dejado de comer pan, o sea saque un pedacito en el desayuno pero cerré los ojos mientras masticaba, así que fue como comer mientras dormía. Por lo tanto no tiene validez ante un notario. Llevo dos noches sin dormir tratando de recordar el sonido de su pelo. He vuelto a hablar solo. Odio ver a estas personas con sus sonrisas acuarelables. Sinceramente prefiero que no me hables.