lunes, 17 de mayo de 2010

sinsabor

de pronto el capullo se quiebra al igual que tu orgullo, que cambia con cada mirada. sentado en el lugar de siempre dos de azucar acompañan tu amargura. despertar y volver. siluetas en la pared que se borran con lentitud. manos sucias, hombros dislocados y piernas de bailarina, por las avenidas caminan sin voltear, ya no sonries. esperas volver a tu árbol y abrigarte con miel.
tu voz se apaga, pero no te resulta dificil decir lo que sientes. mientes, te arrepientes, apretas los dientes. te sientes observado por la gente, tu cara delata aquel miedo a equivocarte, tus piernas tiemblan. puedes hablar, pero ya es demasiado tarde.

jueves, 13 de mayo de 2010

inhalo

por las mañanas lavo mi cara, pretendo quitar aquellas pecas que me ensuciaron desde pequeño. saco mi lengua a menudo para ver si aun me quedan palabras, esas palabras que alguna vez dije y de las que no me arrepiento.
busco estar bien conmigo mismo, pero el orgullo no me lo permite. dolor de guata
tu olor aún sigue impregnado en mi ropa y en mis verdes manos, arrugadas por el tiempo que paso bajo el agua.
inhalo, contengo el aire. cuento los minutos para ver si me desvanezco. pero sólo es tiempo perdido, exhalo y saco lo malo. escupo tu perfume barato, me cepillo los dientes, me amarro los zapatos.

nauseas

he perdido el poco aire que tenía, también la mano que suave caminaba por mis hombros.
afectada mi memoria por el tiempo, grises se vuelven los días.
no recuerdo el camino, mis pies cubiertos de barro me impiden avanzar.
busco invadir tu mente, tocar tu alma con mis dedos. tu calmas ese mal hábito que tengo de husmear mi cabeza buscando una respuesta.

una tarde me regalaste una sonrisa, no entendi el motivo. creo que fueron los nervios, o estabas acostumbrada a hacerlo, no lo se. cuando mire el piso, sentí nauseas.
no suelo sonreir muy a menudo, te explique. no lo entendiste y te fuiste.

a veces

a veces no entiendo, a veces respiro, prefiero los calcetines de lana, y no las sopaipillas pasadas, mis ojos se cansan, a veces pienso en ti, dejo la caja de los recuerdos, para dibujar mis pasos denuevo.
camino a veces sin rumbo, la verdad a veces me caigo, diferentes caminos y sólo un par de zapatos. en ocasiones me desconozco, mi voz no es la misma, mis piernas no reaccionan, mi estomago me reclama el arroz añejo, sólo me queda tragar saliva y bajar la vista.
sonidos que emergen del barro

momento

Por momentos pienso en encontrar mi cara con el suelo, el cemento me acompaña, cuantas veces me has visto caminar, he tropezado, he caido, pero siempre me levanto.
Me refugio en algunos vicios, me agrada beber solo en el patio, mirar aquellas paredes que me han visto crecer, y que ahora pintadas me observan, en aquel punto aparte. Ya no hace falta acentuar vivencias, todo forma parte del pasado, escribiendo a contratiempo. Te ofrezco mi mano, miras hacia otro lado, el pasto cada vez es menos verde.
Los años caen sobre mis hombros, decadas, cuento aun con los dedos de los pies, desgastando palabras, confianza, dificil concepto.
Notoriedad al levartarme por las mañanas, nunca he dado la espalda, siempre ofrezco mis brazos abiertos, te escucho tan cercano como un hermano. Duermo entre olvidados prados, apartado, descalzo, converso contigo. con las manos vacias, no tengo nada que ofrecerte, sólo tiempo.

dependiente del sonido de tus pasos, trato de seguirte pero a veces me dejas atrás. cuando te alejas algo de mi se va contigo, hasta que te detienes y te escondes en tu almohada. recuerdo tu respiración, también a tus manos. abiertas a entender mi frente arrugada. cuento los minutos que me alejan de tu boca. me desespera la espera. otras veces me siento tan lejos de tus manos, que me pierdo en el camino de regreso.
sólo me queda tu olor a mermelada con nueces, y tus palabras que me hacen olvidar. pequeños detalles en mi mente habitan, se despiertan al oir tu voz, deseando volver.
creo que en ocasiones sufro de alzheimer, pero tus delicados gestos son difíciles de olvidar. desde que me levanto y me lavo la cara estas conmigo, hasta que me acuesto y cierro los ojos. esos que te cuidan y que con sus pestañas agradecen al verte otra vez.

entrecejas

elijo bajarme en la siguiente estación, auque me aleje del principio. aunque olvide aquel aroma a miel, aunque cambie pinceles por insomnio. mis piernas desconfian un poco.
dondequiera que vaya mi sombra me acompaña, es la única que desinteresadamente observa mis pasos. tampoco pregunta hacia dónde voy, ni de donde vengo, sólo camina conmigo.

gris

sólo basta una sonrisa para llenar aquella caja vacía, palabras de cartón que terminan con el silencio. el humo acompaña tus pulmones de almendra, y el viento difumina tu recuerdo.
pájaros habitan en tu cuerpo mutilado por el musgo alojado en cada una de tu muelas.
prefiero el invierno, mirar a los ojos a la gente y perderme en el frío de sus manos.
aún guardo mis primeros cordones. inmóviles todavía observan mis pisadas, y colgados sujetan mi espalda de no caer contra el suelo.

cerebro con mostaza

Olvida, tranquilo, despierta, camina, respira, se detiene. aquel ser que recorre la mente, de algún demente, escaso de ideas, esclavo de su cuerpo.
privilegio de pocos, el huir de los problemas, tomar todo a su manera, pintar de colores aquellas palabras que trae el viento, y que dejan heridas en el cuerpo. como espinas que rozan tu cuello, difícil olvidar el momento, camina lento, otra vez se detiene, habla con un perro, caminan juntos, buscan entre la basura alguna compañía.
pinta con las manos, exagera. delicados matices.
sus piernas caminan sin sentido, él no controla su risa, se burla de la gente, acaricia el pasto, miradas acostumbradas. se pregunta el leyendo, la gente se está yendo ?. no hay respuesta, se desespera y corre, tropieza, no se lamenta, no es primera vez que cae. se limita a escribir en el suelo, algún consuelo, ni siquiera él entiende. sus manos caen y sus ojos deciden no volver a ver.

desalojo

tu respiración se acelera, caes al suelo, ese cuerpo ya no te pertenece, eliges irte sin despedirte, sin avisar. sólo piensas en caminar por el angosto camino. oyes denuevo el sonido de las abejas que asustadas vuelan para buscar un refugio. no sabes el motivo, no entiendes.
sobre la mesa dejas un papel maltratado por el tiempo. escrito con los pies de un ciego.
tiemblan tus piernas. aunque tu mochila lleve calcetines y el aroma a primavera, sigues siendo un niño que huye de la gente.

lunes, 10 de mayo de 2010

con el tiempo

cuento los pliegues dentro de mi cabeza, mientras mezclo la mermelada con un poco de rencor.
me siento a contemplar mis piernas de camello, y recuerdo aquella fragancia que ocupaba para espantar a las moscas.
siento un nudo ciego en la garganta, no lo puedo desatar. y cada vez que lo intento corto mis manos.

mis dedos me miran cansados, yo no me doy cuenta del daño que les hago.
angustia recorre mi espalda, las vertebras me acompañan como el piano de un bar, hasta la médula osea.
mis pies se mueven con aquella melodía, les recuerda tiempos de uñas largas y sucias.
mi ombligo ya no vive de recuerdos, y me entrega sabios consejos. uno que otro fin de semana nos fumamos algo que nos da risa. pero en esos momentos extraña el cordón umbilical que lo alimentó de pequeño. sólo desea cerrar los ojos y volver el tiempo atrás.

viernes, 7 de mayo de 2010

sonámbulo

Pisadas vagas, sabores que quedan en los labios de algún solitario esclavo de sabias palabras, encerrado, calmo, esperando el momento para encontrarse con aquel sentimiento del que ya no posee recuerdo, no sabe a lo que se enfrenta. Luego de permanecer ahí sentado, en ese espacio, abrigado por su pasado de risas y llantos. Monotonía espera en la puerta, se asoma a momentos por la ventana para ver si ya se ha ido, pero vuelve a su asiento con la mirada perdida, al darse cuenta que sigue en el mismo lugar que la dejó algún día. Cierra sus ojos .
Un día más de temor reflejado en su rostro, se siente extraño. No reconoce su voz, sus manos ya no responden, la soledad es su única compañía, aunque ésta lo traiciona en ocasiones. Cada momento es insoportable, se refugia en su mente dañada por el tiempo, frágiles voces aún recorren caminos desiertos.
Algo lo observa desde un rincón de la habitación, es su olvidada vida que lo llama a leer algunos capitulos, pero él rechaza la invitación y cubre con pintura esos recuerdos. Como si de alguna forma intentara dejar atrás todo aquello que algún día lo hizo sonreir. Incansable busqueda, que con el paso de los años, se transforma en un constante camino en circulo, donde no llega a ningún lado, ni tampoco recuerda el comienzo de todo

jueves, 6 de mayo de 2010

oleo de mujer

Tirado en el piso veo tu rostro caer, demorando el tiempo. haciéndolo eterno miro tus manos pintadas por el olvido, se muestran desnudas, asustadas.
el pájaro canta.
pequeños detalles te hacen sonreír, tus hombros agradecen con humildad. sólo espero que tus piernas no se cansen, y que no sueltes nunca mi mano. solamente puedo verte a momentos, en aquellos momentos de embriaguez, en que me vuelvo intrépido y te busco por interminables caminos de tierra. ojalá fuera todo distinto y las escaleras llegaran a tu boca, pero tu boca se ha cerrado por el sueño y tu lengua ha sido tu almohada, porque si te cortaran los brazos, te daría los míos, aunque no te pudiera abrazar por la mañana